Con este post iniciamos la sección de este nombre en nuestro blog. En ella pretendo, modestamente, compartir algunas de esas cosillas que el campo te enseña a lo largo de los años. Espero que les guste.
¿ El GANADERO NACE o se HACE?
Yo no soy mas que una mujer enamorada de lo bravo, en todos los ámbitos de la vida, y en consecuencia del animal mas bello y venerable que existe en la naturaleza, EL TORO BRAVO. Esto ha marcado toda mi vida.
Mi historia de amor a los toros NACE CONMIGO, hace ya unos añitos, en el seno de una antigua familia ganadera, ¡que suerte!. Pero es mi abuelo Julio Cesar Bueno el que alimentó ese gusanillo con el que llegué al mundo, y que sin duda heredé de él. A su lado pasaba las primaveras en El Añadío, finca que recibió de su padre, José Bueno, donde por entonces criaba toros de origen Campos Varela y Rodriguez Babé.
Son tantos los recuerdos a su lado, tanto lo que me trasmitió, lo que me enseñó…. Recuerdo claramente su voz en los tentaderos: “dale para que se entere, Juan Pedro” (mayoral miembro de la saga de los Montiel picadores de Vilches), “obligala Palomillo” (así llamaba a Palomo Linares)…por aquella época, los días de tentadero, se veían puñados de maletillas por los carriles con sus hatillos al hombro llegar a la finca para entonces, llenar las tapias y mas tardes las plazas algunos de los cosos mas importantes, Damaso Gonzalez, Curro Vazquez, José Fuentes, Palomo Linares y muchos mas.
Y luego, cuando llegaba el verano, ahí estaban las plazas, con él que recorría, como los turroneros, las ferias de la provincia, Linares, Baeza, Úbeda, Villanueva, Villacarrillo, Jaén…yo no perdonaba ni una. Sus comentarios, su forma de ver las corridas…
Sentada a su vera ver sus anotaciones, que hacia con la difícil capacidad que tenia de describir de forma certera y completa, el juego de un animal en una frase: “Con mucho nervio, “Sosote”, “Suavon y noble”, “Alegre en todos los tercios”, “Mansote pero sin mal estilo”, “No se vio por falta de torero”, “Se quedó pronto”…..
Durante mi niñez y mi adolescencia fue calando en mi ese ambiente, sobre todo se fue acrecentando en mi la admiración por algo, que por muchas veces que lo disfrute, y afortunadamente lo hago a menudo, no deja nunca de emocionarme: LA BRAVURA¡¡¡. El veneno estaba dentro¡¡.
Y naturalmente, poco a poco, fui aprendiendo, y sigo haciéndolo cada día, lo poquito que se. A su lado al principio, con sus lecciones y los comentarios que escuchaba en las tertulias de la gente del toro con la que se relacionaba y que en muchas ocasiones tuve la suerte de presenciar. Y cuando él faltó, cerca de grandes ganaderos con los que he tenido el privilegio de relacionarme, como José Chafik, al que nunca podré agradecer lo que me dio y enseñó. No solo eso, también observando a la gente del campo, mayorales, vaqueros… y a la del toro en general, toreros, apoderados, empresarios etc. Pero sobre todo, lo que te enseña son las vivencias diarias con los propios animales. Ellos son los verdaderos MAESTROS, ellos en los cercados y en las plazas, las de tientas y las de las ferias, ellos te lo dan todo y tu debes saber recogerlo.
En definitiva, analizando mi propia experiencia, y observando la de los demás, creo que el Ganadero, como el Torero, y como todo lo que exige vocación y entrega, nace Y se hace, no es posible una cosa sin la otra.